Al andar se hace el camino

Que cierto es que en la Universidad no aprendes nada.

Hablando de abogacía, claro.

No hay día que pase sin que tenga cada vez más claro que a ser abogado se aprende siendo abogado. Punto.

¿Que en la Universidad se estudia Derecho Procesal? Si, claro.

Mejor dicho: Siiiiiii... claaaaaaaaaro...

Todo el mundo que se dedica a esto sabe que en la Universidad no se aprende una mierda de Abogacia. Y es que tecnicamente se forman juristas, no abogados...

Es curioso este argumento, porque seguramente mas del 90% de los que tras la carrera nos dedicamos al Derecho profesionalmente necesitamos conocer al dedillo el procedimiento (Abogados, Procuradores, Jueces, Fiscales, Secretarios Judiciales...)

En fin. Para eso están las Escuelas de Práctica Jurídica y los Másteres de Acceso, pensaran.

Pero luego resulta que en las Escuelas de Práctica Jurídica se aprende también bastante poco, principalmente por la manera en que están organizadas y enfocadas (doy fe).

Fruto de todo esto noto cada vez más entre los compañeros mas jóvenes (muchos de ellos, como yo, no han tenido la oportunidad de hacer una pasantía) esa sensación de inseguridad que da el no haber tenido un mentor, y el tener que ser autodidacta prácticamente desde el principio.

A toda este gente simplemente les digo lo que pienso: tarde o temprano tiene que llegar ese momento. El día de coger las riendas.

Se pasa miedo, mucho. Hay horas de desvelo, muchas.

Pero es el camino que hay que andar tarde o temprano para convertirnos en Abogados de verdad.

Toca estudiar y leer MUCHO (más de lo que se ha estudiado y leído en la vida), y tirar de emails y llamadas a compañeros abogados, para ir poco a poco puliendo la técnica y cubriendo las lagunas. No hay más.

Para hacer tu segunda demanda tienes que hacer la primera.

Para ir a tu segunda vista tienes que ir a la primera.

Es así de sencillo.

Os animo a todos a coger dichas riendas, y a saber que yo, junto con otros muchos compañeros, estamos aquí para ayudar en lo que haga falta.

No tengáis miedo. Os espera una aventura dura, pero apasionante.