viernes, 28 de febrero de 2014

Abogacía: ¿Sirve de algo la especialización antes de ejercer?

Muchas veces, viendo en mi a una persona con mucha mas experiencia de la que realmente tengo, gente joven (e incauta) con ganas de trabajar en la abogacía o en el asesoramiento jurídico me piden consejo sobre en que podrían especializarse.

Por lo general no sé que responder, más allá de lo típico de “hombre, un abogado especializado en (x) temática tiene muchas posibilidades de encontrar trabajo/clientes... y tal y cual”.

Sin embargo, y pese a lo obvio de que yo no soy pitoniso y no puedo decirle a nadie que especialidad garantizará su futuro (y menos tal y como está el patio), si que noto que en este poco tiempo que llevo como ejerciente me he dado cuenta de una cosa: la verdadera especialización llega con los clientes.

Sé que esto para los ya ejercientes es “vox populi”, pero la gente que aún no esta metida en la profesión y quiere hacerlo no tienen nada claro este hecho.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que este es un país donde más del 85% de los Abogados trabajamos por cuenta propia, es decir, que solo 15 de cada 100 nuevos abogados van a trabajar por cuenta ajena.

Por tanto, y teniendo en cuenta que ahora prácticamente todo hijo de vecino tiene una especialización (vía Máster o cualquier tipo de Postgrado), obtenemos como resultado que un altísimo porcentaje de los que buscan trabajo de abogado van a realizar una especialización antes de ejercer que no se va a ver recompensada con la obtención de un puesto de trabajo por cuenta ajena.

Y cabe pensar: “Bueno, pero para obtener clientes o darles un buen servicio siempre viene bien especializarse”.

Sí, claro. Nada veo de malo o perjudicial en que una persona se especialice  y trate de ser mejor antes de ejercer. Faltaría más.

Pero, el hecho de estudiar un Máster en Derecho Penal, Laboral, Concursal... etc, ¿Va a hacer que cuando abras tu despacho acuda a ti gente con ese tipo de problemas?

Desde mi punto de vista, no.

Primero, porque va a costar tiempo que la gente se entere de cual es tu especialización y acuda a ti expresamente por ella (la gente, por lo general, cree que un abogado tiene que saberse todas la leyes, aunque esto sea evidentemente inabarcable).

Segundo, por lo general un abogado que empieza se ve obligado a coger TODO lo que le llega si quiere tratar de salir adelante. Y si te viene Propiedad Horizontal, o Divorcios, pues tendrás que dejar tu Máster “colgado”, apechugar, y estudiar como un cabrón lo que te pidan, que para eso te van a pagar.

Es decir, sobre todo al principio, son los clientes que van a tí los que te especializan, por muchos Másteres y cosas que hayas hecho en el pasado. En mi caso, lo digo por experiencia.

Sobre el hecho de especializar el despacho cuando ya tienes unos años más de experiencia no puedo hablar (no poseo la misma) y además he visto de todo: exitazos y fracasos rotundos. Ahí no me meto.

Con esto no quiero desanimar a la gente a especializarse, ni mucho menos, pero si tratar de abrirles los ojos a aquellos que estén en dicha situación, para que sean conscientes de lo que hay. Un abogado por cuenta propia, al principio, trabaja en lo que quiere el cliente que entra por la puerta. Y es entonces cuando, a base de horas de estudio sobre un caso concreto, comienza la verdadera especialización. Punto.

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