jueves, 13 de marzo de 2014

El apoderamiento al Procurador: Qué cruz...

Una de las cosas que más me fastidia comunicar al cliente, especialmente cuando este vive lejos de la sede judicial, es la necesidad de otorgar el poder al procurador.

Ante todo, aclarar que lo que me fastidia es la forma de otorgar el poder al Procurador, no la intervención de este profesional por Ley, cosa que es harina de otro costal. Respecto a esto último, simplemente decir que a día de hoy la práctica me está demostrando que tener un buen procurador al lado da mucha tranquilidad.

Volviendo al tema central del post, mis quejas tienen relación con las 2 opciones ordinarias que la Ley otorga para apoderar, y que son de sobra conocidas por todos.

sábado, 8 de marzo de 2014

El «test de la verdad». Reflexiones sobre la valoración judicial de la prueba.

En las últimas semanas la prensa ha venido haciéndose eco de la decisión del Juzgado de Instrucción nº 4 de Sevilla a cargo del cual recayó la instrucción del denominado “caso Marta del Castillo”, de practicar una diligencia de prueba para localizar el cuerpo de la víctima (hoy, todavía, en paradero desconocido) que los medios de comunicación más audaces han bautizado como el «test de la verdad».

EEG. Janne Moren. CC BY-NC-SA
Según las crónicas, ni el Ministerio Fiscal ni los padres de la niña han presentado objeciones para que el condenado como autor del delito sea sometido a ese test, también llamado, de potencial evocado cognitivo (conocido en inglés como brain fingerprinting). En síntesis, la prueba consiste en presentar al paciente una serie de informaciones (visuales) y medir la magnitud del potencial eléctrico P300 que se registre en el cerebro como consecuencia de dicha exposición. En función de la magnitud de dicho potencial, que se genera de manera inconsciente, puede concluirse si dicha información es novedosa para el paciente o, por contra, es conocida.

Recordemos que el proceso penal culminó con una sentencia condenatoria lo que supone que la práctica del test no tiene como objetivo servir como medio de prueba para una eventual condena, pero es posible que en un futuro cercano empiece a utilizarse ordinariamente también en la investigación de delitos, como ya se utilizan las pruebas de cotejo del ADN o como, al parecer, se utilizó ya en este otro caso al que el diario El País dedicó un artículo.

miércoles, 5 de marzo de 2014

Abogacía tradicional y ¿Abogacía? de los Negocios

Cada vez que oigo hablar del concepto “Abogacía de los negocios”, no puedo evitar sentir cierta sensación de lejanía con todo lo que a esta concierne.

Pese a sentir un completo y absoluto respeto por todos los abogados que se dedican a este ámbito (e incluso en ocasiones admiración), cada vez que oigo hablar de este tipo de Abogacía una parte de mi se inclina a pensar, por la distancia con las vivencias propias, en que eso no es Abogacía como tal, sino otra cosa.

Ante todo, decir que lo que me hace sentir esa sensación de lejanía son ante todo los grandes despachos y sus megaestructuras, y no el hecho de dedicarse como tal a ese tipo de cuestiones mercantiles y demás materias conexas.